Dialéctica

Pablo Pérez Wilson

En la tradición marxista la palabra dialéctica designa una serie de conjuntos problemáticos, acepciones y modos de lectura. En términos generales se puede afirmar que en la filosófica moderna occidental la dialéctica generalmente se asocia con los postulados de Hegel y sus herederos y con un tipo de lógica o forma argumentativa. Los diversos ramales del marxismo han debatido casi desde sus inicios el lugar que ocupa, o debiera ocupar, Hegel y su filosofía al interior de sus postulados generando un campo de disputas que define buena parte de su desarrollo y evolución conceptual. En cierto sentido el juicio respecto del posicionamiento de la filosofía hegeliana al interior del corpus de textos claves de las tradiciones marxistas ha contribuido a la determinación de qué se entiende por dialéctica y una serie de nociones y conceptos asociados.

En América Latina este problema de lectura estuvo, y hasta cierto punto todavía está, condicionado por una serie de factores entre los que cabe destacar: el rol de la producción y circulación de traducciones de textos clave, las instituciones o plataformas (partidos políticos, organizaciones sindicales, universidades, colectivos, grupos de estudio) que impulsaron, apoyaron o contestaron ciertas lecturas, el trabajo individual o grupal, militante o académico, de producción de textos de posicionamiento político y teórico, y la distancia o lejanía con las directrices teóricas oficiales emanadas desde los centros de estudios metropolitanos de la esfera soviética y su posterior colapso. Como el campo de desarrollo teórico del marxismo en América Latina ha sido desde siempre poroso y rico en su diversidad y heterogeneidad es complejo trazar líneas demarcatorias firmes o definitivas, en especial si se tiene en cuenta la diversidad de trayectorias que adquirieron los partidos comunistas en la región incluso desde el cierre de la tercera internacional.

En términos generales, en la tradición filosófica moderna occidental, la palabra dialéctica generalmente se refiere a un tipo de argumentación que privilegia la relación como lógicamente anterior y constitutiva de las partes. Contraria al sentido común y por extensión a la metafísica hasta el idealismo alemán, que asigna la existencia de partes u objetos de forma aislada de manera singular o unívoca, la dialéctica concibe a las relaciones como realidades ontológicas que producen partes o cosas como efectos. Por este motivo la dialéctica es usualmente juzgada como un punto de vista imposible, entiendo por esto el énfasis o perspectiva desde las relaciones mismas. Dichas relaciones, desde la dialéctica, son a su vez comprendidas como contradicciones o que tienden a la contradicción en el sentido que la realidad de las relaciones no es estable o fija sino en constante cambio y movimiento. Sin embargo, el conjunto de dichas contradicciones, que son la realidad de las relaciones, se da de manera efectiva en una multiplicidad espacios o campos determinados. Esto quiere decir que la palabra dialéctica implica una lógica de totalidad o totalidad orgánica en que el conjunto de sus relaciones tiene una realidad ontológica en forma de contradicción que precede y constituye a sus partes.

Un ejemplo de definición del término dialéctica es la que se puede encontrar en el Diccionario filosófico marxista editado por Mark Moiseyevich Rosental y Pavel Fyodorovich Iudin aparecido en castellano Montevideo en 1946 y publicado por Ediciones Pueblos Unidos. Existe una edición de 1945 aparecida en Santiago de Chile. Este diccionario fue publicado originalmente en ruso en 1939 y producido como uno de los resultados del XVIII Congreso del Partido Comunista Ruso (Bolchevique) del mismo año. La entrada distingue la dialéctica antigua concebida por la filosofía griega de la moderna. Si bien la primera considera términos como movimiento, cambio y contradicción todavía se restringe a una simplicidad primitiva (Rosental y Iudin, 1946, p. 75) en que se reconoce el conjunto de contradicciones que constituyen el mundo natural, pero sin el paso cualitativo a una comprensión de este en términos de automovimiento y autodesarrollo (Rosental y Iudin, 1946, p. 75) atribuidos a Hegel. En su breve periodización la entrada del diccionario atribuye el paso decisivo a la transformación de la dialéctica en ciencia en la obra de Marx y Engels. En oposición al juzgado idealismo de Hegel, Marx y Engels “sólo tomaron de la dialéctica de Hegel su “médula racional” (Rosental y Iudin, 1946, p. 75), reelaborando sobre base materialista el método de Hegel, tomando por fundamento del desarrollo, no la idea, sino la realidad material” (Rosental y Iudin, 1946, p. 75). Esta concepción, el materialismo dialéctico, es concebida por el mismo diccionario como “la ciencia filosófica sobre las leyes más generales del desarrollo de la Naturaleza, de la Sociedad humana, y del pensamiento, la concepción filosófica del partido marxista-leninista creada por Marx y Engels y perfeccionada por Lenin y Stalin” (Rosental y Iudin, 1946, p. 201). El Diccionario condensa las características centrales de la dialéctica para el marxismo en su eje soviético junto con obligatoria nomenclatura y periodización de su desarrollo en la historia de la filosofía. Dichas coordenadas serán el punto de referencia contra las que se montarán una serie de cambios, pero también continuidades, en la concepción de la dialéctica en la región.

En un sentido coloquial se suele usar la palabra dialéctica para designar: una implicancia mutua entre partes, un argumento con dos o más perspectivas o lados, un conflicto o problema, o una serie o perspectiva histórica. Directa o indirectamente las diferentes críticas a la concepción de la dialéctica resumida en el Diccionario filosófico marxista apuntaron en dos direcciones. La primera insiste en la necesidad de dotar a la dialéctica de un nuevo impulso por fuera de los dogmatismos asociados a lecturas juzgadas como mecanicistas. En ese marco la dialéctica, y el materialismo dialéctico, requieren una reelaboración o una redirección. La segunda busca salida de dicho dogmatismo, pero bajo bases problemáticas diferentes, apuntando a coordenadas que buscaron ensanchar la comprensión del mismo marxismo. Obras como Dialéctica de la dependencia de Ruy Mauro Marini o Dialéctica de la conciencia de José Revueltas sobrepasan dichas restricciones o acomodaciones estilizadas del lenguaje académico. La cualidad específica de estos dos libros es que confrontan a la dialéctica desde ángulos disímiles. El primero se construye como una crítica de la economía política, mientras que el segundo es un análisis filosófico desde distintas vertientes del marxismo hegeliano.

Para Marini el problema de las lecturas marxistas ortodoxas de la economía latinoamericana consiste en el forzamiento de categorías a una realidad singular. La pregunta es cómo llegó a ocurrir que al interior del propio marxismo los análisis de las dinámicas de la dependencia económica latinoamericana evidencien una incapacidad para mediar el discurso teórico con los desarrollos de la historia económica de base empírica. Según Marini, el efecto que ha tenido esta discrepancia es doble. Por un lado, el forzamiento categorial deriva rápidamente en dogmatismo, donde el uso de la terminología de Marx, o de otras figuras de autoridad, toma precedencia frente al análisis empírico y de innovación teórica, muchas veces generando problemáticas ajenas a las contradicciones de la economía regional. En segundo término, Marini identifica como consecuencia de lo anterior el recurso a marcos externos al marxismo para la lectura económica como forma de suplementar un admitido déficit conceptual. Partiendo de dicha crítica, Marini busca identificar qué significa que las economías latinoamericanas sean dependientes. Es decir, busca la determinación del lugar de las economías latinoamericanas al interior del capitalismo a escala global.

Según Revueltas dialéctica siguiere un énfasis en el sujeto, en oposición a la indagación de las leyes objetivas de la naturaleza. Revueltas busca identificar las contradicciones de lo que llama sujeto mistificado en tanto indagación respecto de las formas de concreción histórica que llevaron a su propia enajenación. Esta exploración tiene como objetivo el desciframiento de las contradicciones que impiden el descubrimiento de lo que Revueltas denomina totalidad concreta, entendida como un espacio de reconocimiento de las contradicciones que constituyen al propio sujeto. Dialéctica de la conciencia funciona también como un mapa de las lecturas de Revueltas. El libro, editado póstumamente por Andrea Revueltas y Philippe Cheron, reúne borradores, notas y apuntes de Revueltas que dan cuenta de sus intereses teóricos, proyectos de escritura y críticas a los desarrollos del marxismo teórico, en especial de las reelaboraciones del marxismo en su intersección con Hegel, de Sartre a Kosík y de Lukács a Lefebvre.

En la búsqueda específica de la inserción de América Latina en la economía capitalista mundial y en la fundamentación de la dialéctica en la subjetividad se traman dos polos de la reflexión en América Latina sobre, a propósito, o inspiradas por la dialéctica. El marco de estas dos intervenciones es claramente el marxismo. Otro polo, de los usos o reflexiones sobre la dialéctica puede encontrarse en dos libros que comparten el mismo título: Introducción al pensamiento dialéctico. Uno publicado en 1971 por Juan Rivano y el segundo en 1976 por Alejandro Serrano Caldera. Los dos comparten la idea de periodizar los distintos desarrollos de la dialéctica. Aunque en Serrano Caldera anuncia un marco de comprensión marxista con capítulos dedicados a Marx y Hegel, el corte temporal se restringe a la modernidad filosófica identificada con Descartes. Para Serrano Caldera, Hegel representa el punto más alto de la dialéctica. El nicaragüense caracteriza la obra de Hegel como proceso dialéctico (Serrano Caldera, 1976, p. 64), movimiento permanente (Serrano Caldera, 1976, p. 51) e incluso método dialéctico ((Serrano Caldera, 1976, p. 49) definido por “el movimiento del espíritu, el cual al enajenarse da origen a la naturaleza y a la historia” (Serrano Caldera, 1976, p. 8).

A diferencia de Serrano Caldera, Rivano apuesta por un modo de exposición que se acerca más al contenido o serie de problemas que intenta presentar. En otras palabras, Rivano busca mostrar las complejidades de las formas de razonamiento dialéctico en su desarrollo conceptual. Rivano distingue, por ejemplo, entre negación abstracta y concreta. La primera se caracteriza por su no asumir el “sistema que supone su misma operación” (Rivano, 1971, p. 79). Es decir, para Rivano hay negación abstracta donde no hay conciencia de la “ley de combinación” (Rivano, 1971, p. 80) que hace posible al “sistema considerar un factor o una función como algo cuya operación pueda prescindir del sistema dentro del cual se aplica y se define” (Rivano, 1971, pp. 80-81). Para el filósofo chileno esto tiene como consecuencia que los cambios en secciones o porciones de un sistema, o totalidad concreta, tienen efecto en otras partes del mismo. Rivano privilegia nociones como movimiento, relación, causación como impulso y contradicción (Rivano, 1971, p. 13) para trabajar las distintas facetas de los desarrollos de la dialéctica.

La crítica literaria, especialmente en Brasil, ha sido terreno fértil para el desarrollo del pensamiento dialéctico. Paulo Eduardo Arantes, en Sentimento da dialética, resume esta tendencia destacando el trabajo de Antonio Candido y Roberto Schwarz. Para Arantes las lecturas de Candido y Schwarz sobre el proceso de formación del sistema literario brasilero pueden denominarse dialécticas porque intentan mostrar la serie de tensiones provenientes de la fidelidad a lo local manteniendo los modelos comprensivos europeos. Nociones como integración, diferenciación, alternancia, complementariedad, general y particular conviven en los análisis de los dos críticos con sus esfuerzos por determinar la especificidad brasilera en la constitución del complejo estético y de circulación entre autores y obras. Esta determinación o singularización conceptual arroja como uno de sus resultados una indicación respecto a la dislocación entre sus partes. Esto es, el hecho que desde el interior mismo del sistema literario brasilero surge, y luego se oculta o inhibe, la lógica de sus propias relaciones internas. Arantes atribuye esta complejidad a la pervivencia y continuidad de patrones de dominación colonial en contraste con nociones de civilización que se percibieron y buscaron su superación.

Una obra temprana de Enrique Dussel, La dialéctica hegeliana, es un buen ejemplo de las críticas a la dialéctica. Dussel, al igual que Rivano y el Diccionario filosófico marxista, ubica el origen del pensamiento dialéctico en la filosofía antigua. La dialéctica hegeliana distingue tres formas principales: dialéctica de la naturaleza, dialéctica histórica y método dialéctico. Para Dussel el error de Hegel consiste en producir una visión unívoca de la dialéctica. Esto quiere decir que Hegel habría unificado las formas principales de la dialéctica generando una identificación o totalidad cerrada. Dussel propone, una dialéctica como historia existencial (Dussel, 1972, p. 156) entendida como la intelección de una praxis latinoamericana. En la misma dirección llama a la búsqueda de “las condiciones de posibilidad del ejercicio del método dialéctico en América Latina” (Dussel, 1972, p. 158). Tal vez contrario a sus propios objetivos, presentados en el último capítulo, los supuestos y superación de la dialéctica se basan en una línea argumental basada en la relación entre Heidegger y Levinas.

Por último, resulta relevante destacar algunas de las traducciones más influyentes para el desarrollo y recepción del pensamiento dialéctico en América Latina. Fenomenología del espíritu de Hegel, especialmente en su traducción de 1966 publicada por Fondo de Cultura Económica y con traducción de Wenceslao Roces, figura gravitante en la traducción de textos filosóficos y políticos desde el alemán. Historia y conciencia de clase de Lukács, con traducción Manuel Sacristán y publicado en México por la editorial Grijalbo. Crítica de la razón dialéctica de Sartre, texto publicado por la editorial Losada en Buenos Aires en 1963. Esta traducción temprana resultó influyente, como la obra de Sartre en general, también gracias a labor de circulación de sus textos a nivel regional. Dialéctica del iluminismo de Adorno y Horkheimer con traducción de Héctor A. Murena y publicado por Editorial Sur en Buenos Aires. De alguna forma, la publicación de este libro condensa el interés generado por los desarrollos de la Escuela de Frankfurt en la región. Las aventuras de la dialéctica de Merleau-Ponty con traducción de León Rozitchner fue una contribución influyente para las críticas tanto a la ortodoxia marxista como a los intentos de innovación teórica al interior del marxismo.

Referencias

  • Adorno, T., y Horkheimer, M. (1970). Dialéctica del iluminismo (H. A. Murena, trad.). Editorial Sur. Originalmente publicado en 1947.
  • Arantes, P. E. (1992). Sentimento da dialética na experiência intelectual brasileira: Dialética e dualidade segundo Antonio Candido e Roberto Schwarz. Paz y Terra.
  • Dussel, E. (1972). La dialéctica hegeliana: Supuestos y superación o del inicio originario del filosofar. Editorial Ser y tiempo.
  • Hegel, G. W. F. (1966). Fenomenología del espíritu (W. Roces, trad.). Fondo de Cultura Económica. Originalmente publicado en 1807.
  • Lukács, G. (1969). Historia y conciencia de clase: Estudios de dialéctica marxista (M. Sacristán, trad.). Grijalbo. Originalmente publicado en 1923.
  • Marini, R. M. (1973). Dialéctica de la dependencia. Ediciones Era.
  • Merleau-Ponty, M. (1957). Las aventuras de la dialéctica (L. Rozitchner, trad.) Leviatán. Originalmente publicado en 1955.
  • Revueltas, J. (1986). Dialéctica de la conciencia (A. Revueltas y P. Cheron, eds.). Ediciones Era.
  • Rivano, J. (1971). Introducción al pensamiento dialéctico. Editorial Universitaria.
  • Rosental, M., & Iudin, P. (1946). Diccionario filosófico marxista (B. M. Dalmacio, trad.). Ediciones Pueblos Unidos. Originalmente publicado en 1939.
  • Sartre, J. P. (1963). Crítica de la razón dialéctica (M. Lamana, trad.). Editorial Losada. Originalmente publicado en 1960.
  • Serrano Caldera, A. (1976). Introducción al pensamiento dialéctico. Fondo de Cultura Económica.